Limbo

Limbo es un galardonado y espeluznante juego indie con unos efectos visuales únicos y un nuevo giro de tuerca a viejas mecánicas de juego. El juego en sí, un puzle de plataformas en 2D, es bastante sencillo. Su atmósfera puede hacer que no sea recomendable jugarlo antes de acostarse, a menos que no te importe soñar con patas de araña gigantes que descienden sobre ti mientras duermes.

Presentado casi en su totalidad en blanco y negro, Limbo comienza con un protagonista sin nombre que se despierta en las afueras del infierno. En busca de su hermana, el joven se encuentra con varios humanos. Ninguno es especialmente amistoso. Hay muchos peligros en forma de monstruos gigantes, aguas crecientes, torres que crujen y otros obstáculos inquietantes. Como en la mayoría de los puzles de plataformas, la dificultad aumenta a medida que avanzas. Es probable que la atmósfera de Limbo te ponga la piel de gallina mientras navegas por un paisaje noir lleno de niebla y una iluminación complicada. La sensación de que alguien puede estar al acecho es omnipresente durante todo el viaje.

La historia en sí deja mucho margen a la interpretación. Existe una gran variedad de teorías en torno al argumento que pretenden los desarrolladores del juego, el estudio danés PlayDead. Sea cual sea la interpretación que se aplique al juego, el resultado es a la vez inquietante y atractivo. El juego mantiene su valor de rejugabilidad no porque cambie la implementación de las mecánicas, sino porque el principal objetivo y orgullo de Limbo es la atmósfera. Los jugadores pueden rejugar el juego tantas veces como quieran y esa misma atmósfera espeluznante les estará esperando.

Limbo recibió muchos premios tras su lanzamiento en 2010, incluido el de "Mejor juego de plataformas" por IGN, y fue nombrado "Mejor juego descargable" por GameSpot. También fue el juego más nominado en la 11ª edición de los Game Developer's Choice Awards. Hay muchas razones para adorar este juego, pero muchas de ellas deben experimentarse en primera persona o con amigos.